2016, el año más cálido de la historia, estuvo marcado por avances para hacer frente al cambio climático. En ConexiónCOP hemos seleccionado las noticias más transcendentales sobre esta temática y que impactan directamente a la región. Conozca cuáles fueron estos hitos y lo que está haciendo Latinoamérica ante este reto global.
Según científicos del Centro Nacional de Información Ambiental de NOAA, de enero a noviembre la temperatura global media fue de 1,69 grados sobre el promedio, superando el récord establecido en 2015 por 0,13 grados. La Tierra ya está 1,2° más caliente que en la era preindustrial y se acerca al límite definido en el Acuerdo de París.
La Proclamación de Acción de Marrakech, fue uno de los documentos oficiales que dejaron las negociaciones en Marrakech y que celebró el imparable impulso que se vive a nivel mundial en la lucha contra el cambio climático. A su vez se identificó por mandato que el Fondo de Adaptación servirá al Acuerdo de París, y este recibió US$ 81 millones de dólares. Conozca en esta nota de ConexiónCOP los resultados de la COP22 y visualízalos en esta infografía.
Los esfuerzos que se han hecho a nivel internacional para que el Acuerdo de París entrara en vigor en menos de un año, con una rapidez que no esperábamos, reflejan la fuerte voluntad política para avanzar lo más rápidamente posible hacia economías y sociedades bajas en emisiones de carbono y resilientes, como la única forma de evitar los peores impactos del cambio climático.
Entre ellos se encuentra el Amazonas, el mayor bosque tropical del mundo y que pertenece a varios países de Latinoamérica. La subida de temperaturas ha provocado sequías en esta región tropical, afectando a algunas especies que necesitan una mayor cantidad de agua para sobrevivir.
En Latinoamérica y el Caribe, el país que más invierte en energías renovables y en la lucha contra el cambio climático es Chile, según el ranking de New Energy Finance Climascope elaborado por Bloomberg y el Banco Interamericano de Desarrollo. El ranking considera cuatro variables: marco propicio, inversión, cadena de valor y reducción de CO2.
La demanda de electricidad de Costa Rica fue cubierta al 98% con energía de fuentes renovables durante el 2016, lo que la hace una de las matrices energéticas más limpias del planeta según informó el organismo estatal de energía eléctrica. De todos los días del año, fueron 252 días en las que el país de Centroamérica utilizó este tipo de fuentes.
Se construyó en un mes y medio y se usó un 60 % de materiales reciclados: 2.000 neumáticos, 5.000 botellas de vidrio, 2.000 metros cuadrados de cartón y 8.000 latas de aluminio. Recibe energía mediante paneles fotovoltaicos y molinos de viento.
La generación de energía a través de fuentes limpias empleó en el mundo a 8,1 millones de personas en el 2015 según un informe de la Agencia Internacional de la Energía Renovable (Irena). Supone un incremento del 5% respecto a 2014. A esa cifra habría que sumar los puestos de trabajo directos de las grandes centrales hidroeléctricas, otros 1,3 millones.
Un equipo internacional de científicos excavó en más de veinte lugares de todo el planeta para medir las variaciones en el nivel del mar a lo largo de siglos y milenios. Desde 1993, la tasa se ha disparado a 30 centímetros por siglo. En el 2100, los océanos del mundo habrán subido entre 28 y 131 centímetros, dependiendo de cuántos gases de efecto invernadero produzcan los vehículos e industrias del planeta.
Un tercio de las especies de animales puede extinguirse debido a un aumento de la temperatura del planeta entre 1,5 y 2 grados como consecuencia del cambio climático. Uno de los impactos es el deshielo del Ártico: las crías de las focas tienen más riesgo de morir porque la superficie helada se rompe y caen al agua, y los osos polares tienen más dificultad para buscar alimento porque se nutren de estos mamíferos marinos.
Según el nuevo Informe anual sobre la disparidad en las emisiones, el mundo sigue abocado a un aumento de las temperaturas de entre 2,9° y 3,4°C durante este siglo, pese a los compromisos del Acuerdo de París. En 2030 las emisiones superarán entre 12 y 14 gigatoneladas los niveles necesarios para limitar el calentamiento del planeta a 2 °C.