(Foto: Flickr de CIATT).
Mayté Gonzáles, asesora de REGATTA, conversó con ConexiónCOP sobre los programas de adaptación en Latinoamérica. Indicó que existen experiencias de implementación de adaptación en la región que van desde las comunidades, municipios y gobiernos nacionales.
Entrevista de Pilar Celi Frías (@pilicefri)
El Programa de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (PNUMA), a través del Proyecto Regional para la Transferencia de Tecnología y la Acción frente al Cambio Climático en América Latina y el Caribe (REGATTA, por sus siglas en inglés) y la organización Soluciones Prácticas, realizaron hace algunas semanas el Encuentro de Programas de Adaptación basados en Ecosistemas. En la actividad se dieron a conocer más de 35 experiencias latinoamericanas con enfoque en adaptación. ConexiónCop conversó con Mayté Gonzáles, asesora de REGATTA, quien brindó detalles de la reunión y destacó que América Latina tiene una agenda muy clara para adaptarse al cambio climático.
¿Cómo se desarrolló el Encuentro de Programas de Adaptación basados en Ecosistemas?
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Ha sido exitoso porque ha logrado reunir en un solo sitio más de 35 experiencias de implementación del enfoque de adaptación basadas en ecosistemas en toda la región. Nos ha dado la oportunidad de conocer las posibilidades de éxito en los programas de adaptación y la replicabilidad en diferentes ecosistemas, como los de alta montaña, costeros, marinos y en bosques lluviosos tropicales; también hemos visto experiencias de aplicación sectorial específicamente en el sector agropecuario.
¿Cuál son los principales resultados del encuentro?
Ha quedado claro que hay una implementación del enfoque de adaptación que pasó de la parte conceptual a la efectiva implementación, con experiencias exitosas y lecciones aprendidas. Ahora está claro que existen experiencias en distintas escalas, desde labores exitosas en municipios y también en comunidades.
¿Podríamos decir, entonces, que América Latina lleva años adaptándose al cambio climático?
No hay duda de que hay una agenda de adaptación al cambio climático muy dinámica en la región y, en particular, un enfoque para adaptarse aprovechando los ecosistemas.
¿Podría mencionar países de la región que están desarrollando proyectos importantes sobre adaptación?
Hay iniciativas repartidas en la toda la región. Centroamérica, por ejemplo, es una subregión con alto nivel de vulnerabilidad que desarrolla importantes programas. El Salvador y República Dominicana están desarrollando importantes acciones de adaptación a través de gobiernos locales. También hay iniciativas que se llevan a cabo en los Andes Tropicales con mucha claridad en el trabajo de recursos hídricos.
Lea más: ¿Qué diferencia hay entre adaptación y mitigación?
La adaptación es uno de los temas importantes en las negociaciones camino a la COP21. ¿Cómo ve que América Latina pida que adaptación, al igual que el mecanismo de daños y pérdidas, figuren en el acuerdo mundial en el mismo nivel que mitigación?
Creo que América Latina tiene capacidad para incidir en adaptación y mitigación. En efecto, el tema de daños y pérdidas se ha posicionado con fuerza por América Central y, sin duda, es muy probable que en el acuerdo final logre ubicarse el tema. Sin embargo, recordemos que la adaptación transita por un tema de brechas en conocimiento, tecnología y financiamiento, por lo que habrá que diseñar estrategias muy concretas para resolver esos vacíos.
Transferencia tecnológica en América Latina
¿Cómo se está desarrollando el tema de transferencia tecnológica en la región?
Hay diferentes espacios para el proceso de transferencia de conocimiento de tecnologías y de experiencias. En REGATTA, el objetivo principal es asegurar información actualizada y accesible en idioma español para la región, y en inglés para países de habla inglesa en el Caribe; ello para que se informen debidamente los equipos negociadores, los funcionarios y los distintos sectores de la sociedad civil con algún tipo de intervención relacionada con la gestión del cambio climático. Nuestros enlaces son las oficinas de cambio climático de cada país y para nosotros es muy claro el nivel de involucramiento que tienen. Es importante mencionar que nuestros países han identificado una necesidad de cooperación y de transferencia de conocimiento, en materia de cambio climático, al alcance de los distintos sectores de la población.
¿Cómo se da el proceso de transferencia de conocimiento desde las comunidades hacia las ciudades?
Hay diferentes vías. Una de ellas la genera REGATTA y tiene un componente mayoritariamente virtual que ha permitido poner al alcance de un público muy amplio información que antes no estaba disponible o estaba en otro idioma, o simplemente no respondía a las necesidades concretas de la región. Creemos que son un vehículo muy poderoso para avanzar en el proceso de democratizar la información y hacerla accesible.
¿Y cómo ocurre la transferencia de países desarrollados a aquellos en vías de desarrollo?
Hay espacios derivados de la propia Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) destinados a transferir tecnologías más duras. Una de esas es el Centro y Red de Tecnología del Clima, que propicia los procesos no solo entre países, sino también entre regiones.
¿Sería necesario que el nuevo acuerdo climático incluya un ítem sobre transferencia tecnológica?
Este tema ya está instalado en la agenda de negociación internacional. No dudo que tendrá mayor desarrollo, y es un tema en el que América Latina tiene mucho que aportar por las condiciones particulares que tenemos de crecimiento económico y de industrias con alto nivel de sofisticación.
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