El objetivo es tenerlos para 2019 y estarían preparados para afrontar todo tipo de eventos climáticos.
A dos horas de Santiago por carretera, en plena región hortofrutícola de O’Higgins, un grupo de científicos chilenos se afana en crear para 2019 una generación de «superárboles» resistentes a los dañinos efectos del cambio climático. De tener éxito este experimento de alcance mundial, en apenas cuatro años podrían estar comercializándose las primeras especies resistentes.
Los «superárboles» estarían preparados para afrontar eventos como la sequía, la disminución del régimen pluviométrico y la concentración en cortos periodos de tiempo de vientos, heladas y tempestades, todo ello como consecuencia del calentamiento global .Los estragos del cambio climático en la productividad frutícola se asocian fundamentalmente con manifestaciones del llamado «estrés abiótico» (medioambiental), como las inundaciones, las heladas y los «suelos ácidos».
Además, los expertos prevén que para 2050, se habrá producido una drástica disminución de los recursos hídricos, con el consiguiente perjuicio para la agricultura.