Según un estudio recientemente publicado, Brasil, Colombia, Honduras, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y México, países productores de café arábica serían los mayores perjudicados por el calentamiento global. En total 25 millones de agricultores de escasos recursos sufrirían las consecuencias.
Si no se toman medidas eficaces de adaptación al cambio climático, en el 2050 Brasil podría perder el 25% de su producción de café arábica, uno de los más solicitados del mundo. Y no solo eso: la reducción de este en Honduras, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y México causaría impactos económicos, pues en la actualidad contribuye con entre el 1% y 5% del Producto Bruto Interno (PBI). Estas son algunas de las conclusiones del estudio “El cambio climático reduciría aptitud de cultivo de café arábica en las principales regiones productoras a nivel mundial”.
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El informe fue desarrollado por especialistas del Programa de Investigación en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS, por sus siglas en inglés) y el Centro Internacional de Agriczultura Tropical (CIAT). En él dan cuenta de que el café arábica tiene una participación del 70% en el mercado internacional, y se vería afectado por el probable aumento de dos grados centígrados de temperatura que sufriría el planeta en el 2050, si no se contrarrestan los efectos del calentamiento global.
Colombia: El impacto a un protagonista del mercado
Según el estudio, en Colombia, uno de los cuatro principales productores a nivel mundial, el café arábica experimentaría una reducción de hasta un 16% a causa del cambio climático. Sin embargo, para hacer frente a esta problemática, esta producción podría ser trasladada a mayores alturas y áreas que albergan grupos originarios y ambientes biodiversos.
Peter Läderach, coautor del informe y especialista en cambio climático del CIAT, sostuvo a ConexiónCOP que el café es un cultivo de respuesta lenta, por lo cual es importante saber con anticipación qué pasará con él.
“Solamente en Colombia hay 500 mil productores de café y es necesario tomar medidas a corto plazo, entre ellas, asegurar una plantación de buena materia orgánica en el suelo que ayude a regular la humedad -añade-. A mediano plazo, se deben de ver posibilidades de adaptación a temperaturas más elevadas y a sequías más prolongadas; y a largo plazo, se necesita buscar otros medios de vida en zonas donde el café definitivamente ya no crece, y optar por cacao y otros sistemas agroforestales”.
El café en el mundo
El estudio indica que 25 millones de agricultores de café de escasos recursos serían los principales afectados por el cambio climático, pues dependen de la producción de este producto para sobrevivir. Por ello, esta investigación permitirá a los científicos evaluar nuevas variedades de café resilientes al clima, adaptadas a zonas climáticas específicas.
Una forma de adaptación que plantea el estudio es trasladar los cultivos de café a zonas 300 y 500 metros más altas, y que podría ser certera en países como Etiopía o Kenia, donde se originó el café arábica y donde las elevaciones alcanzan una altura de 2.400 metros por encima del nivel del mar. No obstante ello, en Brasil ya se cultiva este producto en bajas alturas y no puede trasladarse a mayores altitudes.
Tim Schilling, director ejecutivo del programa de Investigación Mundial del Café (World Coffee Research), sostiene que la necesidad de actuar en Brasil es más urgente dado que es el mayor productor de café del mundo, pero sobre todo porque se prevé que el cambio climático en ese país que sea más intenso que en otros países.
“Brasil tiene un excelente programa estatal de tolerancia a la sequía que podría servir de modelo a otros países y en gran medida permite aumentar y acelerar la tecnología a través de la sinergia creada por la investigación colaborativa”, concluyó Schilling.