ConexiónCOP explica los avances que se dieron en las negociaciones que buscan implementar el Acuerdo de París. Hay progreso en el denominado Diálogo de Talanoa para que los compromisos climáticos sean más ambiciosos y para la ejecución de la acción pre 2020.
(Foto: Efe)
Durante 2 semanas en Bonn, Alemania, se desarrolló la 23 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP23). Durante las negociaciones los países trabajaron en puntos cruciales para la urgente implementación del Acuerdo de París, que permitirá que el aumento de temperatura no sobrepase los 1.5°C.
La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, destacó por su intervención en nombre del Grupo negociador G77+China (que agrupa 134 países) y sostuvo que se necesita avanzar prioritariamente en el financiamiento del Fondo Verde para el Clima (FVC), que permite captar recursos financieros de los países desarrollados para que las naciones en desarrollo y más vulnerables puedan afrontar las consecuencias del cambio climático. El FVC espera contar con 100 mil millones de dólares anuales a partir del 2020. Sin duda uno de los grandes retos de los próximos años será avanzar en ese tema.
Espinosa recordó también que el planeta ya afronta las variaciones del clima, a través de graves inundaciones, derretimiento de glaciares, sequías, que además son amenazas para la seguridad alimentaria; e hizo un llamado para proteger a las mujeres, niños, niñas, migrantes y refugiados quienes son los más afectados por el cambio climático, considerado la amenaza global más grande de este siglo.
Temas clave: agricultura, seguridad alimentaria y conocimientos locales
Durante la COP23 hubo dos avances muy importantes para el contexto latinoamericano. El primero referido a la aprobación de un plan de trabajo para la agricultura. Enrique Maurtua, director de Cambio Climático de la Fundación de Ambiente y Recursos Naturales de Argentina, explica que los países en las próximas reuniones discutirán temas en relación a: la adaptación de la agricultura frente al cambio climático, mejorar la capacidad de carbono en los suelos, el sector ganadero y las emisiones de GEI, la seguridad alimentaria, entre otros. “Habrá conversaciones intensas en países de Latinoamérica como Argentina, Uruguay y Brasil que tienen intereses muy marcados en el sector de la agricultura”, sostuvo Maurtua.
El segundo tema y que es considerado un hito es la creación de una plataforma para conocimientos locales, en la cual se resaltará el aporte tradicional, por ejemplo, de los grupos indígenas para afrontar el cambio climático, pero además se da un reconocimiento a sus capacidades ancestrales.
Resultados de la COP23 para implementar el Acuerdo de París
Diálogo de Talanoa – se activa y pone en movimiento el plan para acelerar la acción climática con el fin de limitar el aumento de la temperatura. Las Partes han decidido que el diálogo tendrá una fase preparatoria y otra política que será liderada por las presidencias de la COP23 y la COP24, esta última se llevará a cabo en Polonia del 3 al 14 de diciembre del 2018. Durante el diálogo las Partes deberán considerar el informe sobre sobre 1.5°C que será presentado el próximo año por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC). Durante la etapa política, que se llevará a cabo en presencia de los ministros en la COP24, se reportarán las NDC que se espera contengan metas y acciones más ambiciosas de reducción de emisiones, sobre todo de los países con mayor responsabilidad.
“Los países de América Latina presentaron en el 2014 su primera NDC, pero todos sabemos que esas contribuciones, más las del resto del mundo, no son suficiente; por lo tanto, debemos hacerlas más exigentes gradualmente, hay que empezar desde ahora”, indicó Manuel Pulgar-Vidal, actual líder de Clima y Energía de WWF. Además, agregó que será muy necesario el trabajo de la mano con el sector privado para poder elevar la ambición.
Acciones más ambiciosas pre 2020 – Algunos países demostraron que ya están avanzando en acciones de mitigación y adaptación previo al 2020, aunque se requiere hacerlo con más urgencia y mayor ambición. Durante la COP23 quedó claro que si existe ambición antes del 2020 se puede sentar una base sólida para que exista una mayor ambición post 2020, y por ende se apostará por NDCs más robustas. Los negociadores deberán avanzar en la ratificación de la llamada “Enmienda de Doha”, referente a los compromisos de reducción previos al 2020. El Diario de España explica que “el documento tiene un enorme valor simbólico para los países en desarrollo ya que quieren asegurarse de que los principales responsables del cambio climático han hecho sus deberes, previo al Acuerdo de París, en el que por primera vez tienen obligaciones, para ellos poder hacer los suyos “.
Países latinoamericanos presentan acciones concretas para cumplir con sus compromisos climáticos
Durante la COP23 varios países de Latinoamérica presentaron avances en torno a su compromiso climático (NDC). Es importante evidenciar estos aportes porque permite saber “dónde estamos”, considerando que nos queda poco tiempo para que empiece a implementarse oficialmente el Acuerdo de París (2020), y para ese entonces, los países ya deben tener claro cómo aumentar la ambición.
Los temas que quedaron pendientes
En el tema de financiamiento no hubo el avance esperado, puesto que se esperaba mayor claridad sobre el proceso para llegar a la meta de los 100 mil millones de dólares anuales a partir del 2020. De acuerdo a Sandra Guzmán, coordinadora de GFLAC, “el financiamiento es clave para alcanzar los compromisos adoptados en el Acuerdo de París, pero aún se debe definir la manera para que el Fondo de Adaptación sea parte de este tratado”.
En relación al Fondo de Adaptación, se superó la meta del 2017 gracias a que países como Alemania y Suecia contribuyeron con 50 millones y 18 millones de euros, respectivamente. El fondo cuenta actualmente con 93 millones de dólares.
Sobre el mecanismo de pérdidas y daños se está terminando el tiempo y se cierra la ventana para poder presionar a los países desarrollados a trabajar más en este tema, dada la urgencia de brindar herramientas a los países vulnerables de recuperarse luego de eventos climáticos extremos.
DATOS
Estados Unidos se ha organizado a través de una iniciativa denominada We are Still In, en la que el sector privado, la academia y la sociedad civil evidencian sus avances- independientes del Gobierno – para decirle al mundo que siguen trabajando para aminorar sus emisiones.
La cobertura de ConexiónCOP en la COP23 se da gracias a un programa de colaboración entre Libélula y Stanley Foundation.
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