Las sociedades rurales del planeta han pasado por todo tipo de catástrofes, plagas, guerras, hambrunas, enfermedades, y tienen una gran capacidad de innovación, adaptación y resiliencia.
La FAO y la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA) han unido sus fuerzas para promover la Alianza para la Resiliencia Climática Rural en América Latina, un proyecto que ayudará a las sociedades rurales de la región a combatir y adaptarse al cambio climático.
“Las sociedades rurales latinoamericanas no han sido las grandes causantes del cambio climático y sin embargo son sectores tremendamente perjudicados”, señaló en una entrevista con Efe el director de la FAO en América Latina y el Caribe, Julio Berdegué.
Cambio climático y desarrollo rural
La Alianza está formada por una treintena de expertos en cambio climático y desarrollo rural que trabajarán bajo la coordinación de la exministra ecuatoriana de Medioambiente Yolanda Kakabadse, fundadora de la FFLA y persona de una amplia trayectoria en la materia.
Los expertos serán los encargados de promover políticas y proyectos sociales, ambientales, económicos y tecnológicos que los países latinoamericanos puedan llevar a cabo para acelerar la adaptación y resistencia al cambio climático en el ámbito rural.
Berdegué subrayó que la población rural de América Latina y el Caribe es especialmente sensible a los efectos del cambio climático.
“Buena parte de nuestras poblaciones están en los cinturones de los huracanes, dependen de los deshielos de los glaciares de los Andes para el agua de la agricultura y la ganadería o son sociedades en tierras bajas que se están inundando cada vez más”, dijo el responsable de la FAO.
No hay ningún país de la región que no sufra el impacto del cambio climático en sus zonas rurales. Lo saben los productores de café colombianos, que ven como el cambio de temperatura afecta sus cafetales, o los agricultores de los países caribeños cuyas tierras fueron arrasadas el año pasado por el huracán María.
Los sectores rurales son, además, más pobres que los urbanos, lo que agrava su situación frente a las consecuencias del calentamiento global.
Altos índices de pobreza en la población rural
“La mitad de la población rural de América Latina vive en condiciones de pobreza. Cuanto menos recursos, menos acceso a tecnología y financiación, más difícil es adaptarse y reaccionar frente al cambio climático. Son sociedades muy golpeadas y con menos capacidad de responder por sí solas”, destacó Berdegué.
Las acciones de la Alianza para la Resiliencia Climática Rural en América Latina buscarán ayudar a combatir y, principalmente, adaptarse al cambio climático, una realidad que llegó para quedarse.
“Las sociedades rurales van a tener que aprender a vivir con esta nueva normalidad. Antes las sequías y los ciclones devastadores eran cosas que sucedían, ahora es lo normal”, sostuvo el representante regional de la FAO.
Adaptación al cambio climático
En su opinión, la adaptación al cambio climático es un “cambio de época” comparable a la Revolución Industrial. “La forma como antes se vivía deja de ser factible y hay que descubrir una nueva forma de vida”, explicó Berdegué.
Ante un proceso de esta envergadura, señaló, es necesario contar con países con instituciones sólidas y, donde eso no sea posible del todo, debe surgir la cooperación internacional.
“Ningún país de América Latina puede resolver por sí solo su adaptación al cambio climático. Debe ser un esfuerzo colectivo, estamos todos metidos en el mismo barco, y nosotros en uno que no es de nuestra creación”, apuntó.