La distribución de las masas de hielo y de agua desplazan el centro sobre el que gira nuestro planeta.
Un buen globo terráqueo simula a nuestro planeta en tres dimensiones girando de forma perfecta sobre un eje que une el Polo Norte y el Polo Sur pero la realidad es un poco más compleja: el eje de rotación de la Tierra oscila constantemente -aunque sea en una medida relativamente pequeña.
Uno de los factores que está provocando una oscilación de este eje es el cambio climático y la alteración que este fenómeno global provoca en la masa del agua y el hielo que se encuentran en la superficie terrestre, según los datos difundidos por un equipo de expertos de la NASA a través de un artículo publicado en la revista Science Advances.
El derretimiento de las capas de hielo, especialmente en Groenlandia, está provocando este cambio de distribución de peso, lo que ha derivado en una modificación del curso del Polo Norte y el movimiento del eje rotacional de la Tierra en relación a su corteza, conocido como movimiento polar, según este estudio.