El cambio climático afecta a toda la población, pero son las personas más pobres del mundo y las que se encuentran en situación vulnerable, especialmente las mujeres y las niñas, quienes soportan las peores consecuencias de las tensiones ambientales, económicas y sociales.
Es un hecho, los desastres provocados por el clima exacerban las desigualdades de género arraigadas.
A menudo, las mujeres y las niñas son las últimas en comer o en ser rescatadas; se enfrentan a mayores riesgos de salud y seguridad cuando los sistemas de agua y saneamiento se ven comprometidos; y asumen una mayor carga de trabajo doméstico y de cuidado cuando deja de haber recursos.
Un ejemplo: la diferencia de tiempo que las mujeres dedican a buscar agua en los países en desarrollo. ¿Sabes cuántas horas emplean a esta tarea frente a las que dedican los hombres?
Para la respuesta, visita este fotoreportaje preparado por nuestras compañeras de ONU Mujeres.