Elaborado por Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) Autor: David R. Heres Del Valle. ¿Cuándo se publicó? Diciembre del 2015 DESCÁRGUELO AQUÍ Información básica Financiamiento: Unión Europea a través del Programa EUROCLIMA Título: El cambio climático y la energía en América Latina Política para citar: Libre de uso Número de páginas: 55 Resumen… Ver artículo
Elaborado por
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Autor: David R. Heres Del Valle.
¿Cuándo se publicó?
Diciembre del 2015
Información básica
¿De qué trata el informe?
El informe analiza los principales resultados de los estudios realizados en los últimos años sobre el mercado de la energía y su relación con el cambio climático en Latinoamérica, además de clasificar la literatura disponible sobre el tema. Hace referencia a las principales variables que determinan la oferta y la demanda de energía encontradas en los estudios, explora las trayectorias posibles de la oferta y la demanda de energía con referencia al cambio climático y describe los principales mecanismos o instrumentos de política relacionadas con la producción, el consumo de energía y cambio climático en la región.
¿Qué temas pueden interesarle?
Este reporte le será valioso si quiere conocer las principales conclusiones sobre la oferta y demanda de energía en América Latina, sus respectivas proyecciones con referencia al cambio climático, así como las políticas públicas energéticas y sus impactos en la problemática de la región. Además, podrá conocer a los principales estudios de referencia sobre el tema.
EL REPORTE EN DETALLE
Los estudios basados en modelos econométricos muestran que el crecimiento económico genera un incremento en el consumo de energía, aunque su impacto se reduce conforme los países alcanzan niveles más altos de desarrollo económico. Además, indican que, en algunos países, el incremento del consumo de energía genera crecimiento económico, por lo que se debería considerar que las medidas para reducir el consumo de energía podrían tener impactos negativos en la economía.
Por otro lado, se observó que el consumo de energía es más sensible ante cambios en el Ingreso per cápita de un país que ante cambios en los precios de la energía, por lo que, para ser eficientes, las políticas enfocadas en los precios deben acompañarse de estrategias informativas sobre los potenciales ahorros económicos, la reducción de daños a la salud y daños ambientales que genera el disminuir el consumo de energía.
Por otro lado, los estudios basados en modelos de simulación muestran la viabilidad para desarrollar energías renovables y mejorar la eficiencia del uso de la energía debido a menores costos en el mediano y largo plazo. Brasil es el país cuya matriz energética tiene las proyecciones más optimistas para utilizar fuentes de energías renovables o energías alternativas de toda la región. Por otro lado, se proyecta que México seguirá dependiendo en gran proporción de los combustibles fósiles aunque disminuirá su dependencia a fuentes de deforestación como la leña. Colombia proyecta distribuir energía en regiones apartadas con costos menores a la de los modelos actuales, los cuales incluyen un alto consumo de energía fósil. Nicaragua, Bolivia y Perú tienen expectativas para la reducción de los costos y mejora de la eficiencia y consumo de la energía; además, en Bolivia y Perú se proyecta el incremento de la participación de gas natural en sus matrices energéticas.
En esta sección se reportó solo aquella literatura de oferta y demanda de energía que considera el cambio climático en su análisis. Los estudios en esta área hacen proyecciones de emisiones de gases de efecto invernadero (o GEI, cuya emisión creciente por los humanos causa el calentamiento global) y de los efectos del cambio climático bajo diferentes tecnologías, circunstancias económicas, políticas, entre otros.
Al analizar las relaciones existentes entre el crecimiento económico, consumo de energía y emisiones de GEI en los países de la región, se determina que, en la mayoría de países, no existe desacoplamiento entre las emisiones de CO2 (el GEI que más emisiones tiene) y el consumo de energía. Sin embargo, en países con un ingreso per cápita superior a los US$4.000 se podría comenzar a observar una ligera separación de las trayectorias, siempre ligado con medidas de eficiencia energética y sustitución de combustibles de alto contenido de carbono, por otros de menor contenido o de fuentes de energía renovables.
Por otro lado, se analizó también aquellos estudios que usan escenarios de referencia del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) para la simulación de los posibles impactos de las medidas de reducción de GEI y su relación con el sector energético de la región, encontrándose que las políticas dirigidas a la disminución de costos energéticos incrementando la eficiencia energética y adopción de tecnologías más limpias, le permitirían a la región consumir la energía proyectada para su crecimiento, así como disminuir las emisiones de GEI al compararse con un escenario base.
Tal como se determinó en la sección anterior, Brasil es el país cuya matriz energética tiene mayor participación de energías renovables y alternativas. A pesar de ello, en caso se planteen objetivos ambiciosos de reducción de GEI, el país deberá incrementar su esfuerzo hacia un mayor uso de energías limpias dada la tendencia hacia el incremento en el consumo de combustible fósiles.
En el caso del sector transporte, las emisiones pueden reducirse mediante el aumento de la eficiencia de los motores vehiculares o por utilización de biocombustibles. Sin embargo, en el caso de estos últimos, es necesario hacer un mayor análisis para determinar si utilizar etanol permite reducir las emisiones netas, aun al incluir los impactos en la conversión indirecta del suelo y el consumo de agua necesaria para los cultivos.
A pesar de los esfuerzos para usar una energía más limpia, en la región hay un aumento en la dependencia de energías fósiles y solo la tercera parte del consumo total de energía corresponde a energías alternativas y renovables. A pesar de ello, la participación de este tipo de energías es mayor al promedio mundial.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), existe una variedad de impuestos y subsidios en algunos países de América Latina y el Caribe. Por ejemplo, en Colombia y Brasil optan primordialmente por que haya impuestos a los combustibles, mientras que en México y Chile se opta por tener subsidios a favor de una mayor eficiencia energética.
En América Latina y el Caribe se distinguen políticas enfocadas a reducir y hacer más eficiente el consumo de energía en los hogares e industrias que destacan por su potencial de reducción de emisiones sin incurrir en costos, teniendo incluso beneficios económicos. Además, se encontraron políticas que incluyen impuestos a los combustibles, compra de vehículos, peajes, inspección y mantenimiento de automóviles, impuestos y subsidios al consumo de electricidad, y restricciones al uso del automóvil. Por otro lado, se distinguen también políticas destinadas a cambiar el comportamiento de las empresas productivas/productoras como los créditos fiscales o subsidios para renovar el parque automotor, para incrementar la eficiencia energética en la industria, la expansión de energías alternativas (como la geotérmica) y para el desarrollo de biocombustibles.
Otros instrumentos realizados en la región incluyen las subastas de energía renovable, los feed-in-tariffs (mecanismo cuyo objetivo es incentivar las inversiones en energías renovables mediante el pago al generador de energía renovable independiente por la energía que suministra a la red), la eliminación de preferencias tributarias al transporte pesado, la imposición de estándares de eficiencia para motores de vehículos y máquinas; y portafolios que incluyan un porcentaje de energía renovable diferente a las hidroeléctricas.
Entre las políticas que pueden afectar tanto oferta como demanda de energía se encuentran los etiquetados verdes de electrodomésticos, el desarrollo de vehículos para el uso de biocombustibles, mandato de una participación de biocombustibles en las gasolinas y mejoramiento del diseño de viviendas y del sistema de transporte masivo.
Si bien la sustitución de combustibles por otras fuentes con menor contenido de carbono tiene un alto potencial de mitigación de emisiones, los costos asociados son mayores a los costos de implementar medidas para mejorar la eficiencia energética.
Una de las limitaciones que resalta el informe es la poca disponibilidad de información, sobre todo en países menos desarrollados. Se encuentra información respecto al consumo de energía con mayor facilidad para países como Brasil, Chile y México.
Al analizar los estudios se destaca que pocos países de América Latina y el Caribe han llegado al punto donde continúan creciendo sin necesariamente incrementar las emisiones de GEI en la misma tasa (desacoplamiento del crecimiento económico de las emisiones). Además, la literatura muestra que los países de la región tienen dificultad para adoptar a las energías renovables en sus mercados, principalmente por la voluntad política de elegir entre un mayor crecimiento económico o menor consumo de fuentes de energía intensivas en emisiones de GEI. En base a ello, se destaca que los países tienen preferencias a mejorar la eficiencia energética que a incentivar el uso de tecnologías limpias.
Asimismo, se destaca que la región confía más en mecanismos de regulación directa (por ejemplo, las cuotas de biocombustibles) que en instrumentos económicos para incentivar menores emisiones del sector energético.
Principales estudios by Libélula, Gestión en Cambio Climático on Scribd
Resumen elaborado por ConexiónCOP con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer.