El presidente de la COP20, Manuel Pulgar Vidal, y Chistiana Figueres, secretaria Ejecutiva de la CMNUCC. (Foto: Andina/Melina Mejía).
Christiana Figueres explicó las líneas de trabajo que se tomarán durante las negociaciones, mientras que el ministro del Ambiente peruano, Manuel Pulgar Vidal, destacó la participación de actores no estatales en estas.
Hay un solo camino para conseguir el objetivo de frenar el calentamiento global: alcanzar un pico global de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y que este comience a decrecer. De esa manera, en la segunda mitad del siglo se conseguiría un estado de “neutralidad climática”.
Esto significa que se reestablezca el balance entre la emisión de GEI con la capacidad natural del planeta para absorberlos. La meta, según explica Christiana Figueres, secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), es que los niveles de contaminación por carbono sean similares a los que se tenían antes de la era industrial, es decir, antes de la mitad del siglo XXI.
“No es un objetivo fácil de conseguir, debido al modelo de desarrollo que han adoptado las naciones, basado en combustibles fósiles”, añade.
Para eso el trabajo en la COP20 de Lima es crucial. Para Figueres, el problema se está abordando desde dos perspectivas: las contribuciones nacionales (NDC, por sus siglas en inglés) y con las acciones globales coordinadas colectivamente. Dijo que un capítulo del borrador que se espera conseguir en Lima trata sobre estos temas.
Cuatro vías, un objetivo
La secretaria Ejecutiva de la CMNUCC sostuvo que en la COP20 se está trabajando para llegar a un acuerdo global que permita alcanzar el objetivo de “descarbonizar” el desarrollo, para lo cual se están tomando cuatro líneas de trabajo.
El primero es desarrollar el borrador que se seguirá refinando hasta que se plasme en un acuerdo en la próxima COP, en París. “Ya hay un preacuerdo en la mesa, y es el trabajo de los delegados trabajar en él para llegar a un acuerdo colectivo”, subrayó.
Un segundo punto es el incremento de acciones y políticas en favor de la adaptación y de la mitigación al cambio climático, ambas consideradas igualmente urgentes. También se está trabajando en el apoyo que se debe dar a los países en desarrollo para que sean capaces de disminuir sus niveles de emisiones. Christiana Figueres dijo que la labor de los actores de la COP20 también es reconocer, promover y alentar la acción de todos los grupos de interés privados y civiles, ya que tienen mayor capacidad para movilizar recursos y tecnología que el sector público.
Un ambiente propicio
El presidente de la COP20 y ministro de Ambiente del Perú, Manuel Pulgar Vidal, dijo ayer en una conferencia conjunta con Figueres que se han recibido anuncios positivos del consejo de la Unión Europea, así como de Estados Unidos y China.
Sostuvo que en todo el mundo hay grandes señales desde el sector privado y de la sociedad civil que muestran que hay muchos aliados colaborando para que se logren acuerdos.
“El mundo está cambiando su paradigma de desarrollo por uno sostenible”, remarcó.
Pulgar Vidal indicó que el objetivo es que para el final de esta reunión se tenga el “borrador de Lima” que sirva como elemento de negociación. Asimismo, señaló que buscan un fuerte y ambicioso conjunto de acciones que se llamará “la agenda climática de Lima”, en el cual participen actores estatales y no estatales.
Finalmente, el ministro de Ambiente destacó la creación de eventos paralelos como Voces por el Clima, que recoge la voz de diversos sectores interesados en colaborar con los objetivos de la COP20.
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