Los desastres naturales provocaron entre 2000 y 2015 la pérdida anual de 23 millones de empleos. Los aumentos de temperatura habrán reducido en el año 2030 el número total de horas de trabajo en un 2% a nivel mundial, según un estudio de la OIT.
Alrededor de 1.200 millones de puestos de trabajo –el 40% del empleo mundial total– dependen directamente de los servicios ecosistémicos y del medio ambiente. La frecuencia de los desastres naturales relacionados con la actividad humana ya han mermado la productividad, entre 2000 y 2015 provocaron una pérdida de 23 millones de empleos y se prevé que de aquí a 2030 se destruyan 72 millones de empleos a tiempo completo debido al estrés por el calor, según el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT): Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2018: Sostenibilidad medioambiental con empleo.
Ante esta situación, la OIT subraya la importancia de cumplir el Acuerdo de París de 2015, además de poner en marcha medidas de transición energética para limitar el calentamiento global a 2ºC que contribuirán a crear alrededor de 24 millones de empleos –sobre todo en el sector energético, eléctrico, automóvil y construcción– sin embargo, los sectores de la refinación y extracción de petróleo podrían experimentar pérdidas de más de 1 millón de empleados.
España se podría ver más beneficiada que la media mundial si se aplica la transición energética «debido a la importancia de las energías renovables» sostiene Joaquín Nieto, director de la OIT en España. «El cambio aun no se ha hecho pero los agentes sociales junto con la Administración estamos realizando informes sobre esta transición. Es necesario un marco de diálogo social», destaca.