Se estima que al 2050 Latinoamérica y el Caribe gastarían el 2,4% del PBI en acciones para enfrentar el cambio climático. Actualmente, la región recibe alrededor del 15% de las subvenciones climáticas globales.
“De acuerdo con estudios realizados, América Latina recibe alrededor del 15% de la subvención climática, por debajo de Asia Pacífico y África”, destacó Guzmán.
¿Cómo generar dinero para la mitigación y adaptación?, ¿A qué entidades deben recurrir los países en desarrollo?, son algunas de las preguntas en torno al incremento de GEI. ConexiónCOP ha elaborado 8 claves del financiamiento climático que permitirán entender los ejes importantes de la economía mundial frente a los nuevos escenarios ambientales.
1. Financiamiento climático: El término engloba los recursos económicos que los actores públicos y privados, a nivel internacional o local, utilizan para reducir los GEI (mitigación) y para lograr la adaptación frente al problema global. Además, otros medios de implementación del financiamiento son la creación de capacidades y la transferencia tecnológica de países desarrollados hacia naciones en desarrollo.
“En los últimos años, las comunidades y organizaciones de la sociedad civil también son actores claves en el desarrollo de soluciones frente al cambio climático. El financiamiento climático, por tanto, puede ser implementado por diversos grupos, siempre y cuando se vele por el bien de la mayoría de los ciudadanos y no solo para los intereses individuales”, explica Guzmán.
2. El Fondo Verde para el Clima: Como resultado de la COP15 (Copenhague 2009), los países miembros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) acordaron movilizar a través del Fondo Verde para el Clima (FVC) 100 mil millones de dólares anuales a partir del 2020 para asistir a los países en desarrollo en sus esfuerzos de adaptación y mitigación al cambio climático. Actualmente el FVC ejecuta programas en Chile, Perú y México, entre otros.
3. Otras fuentes de financiamiento: Como parte del compromiso tras el Acuerdo de París –logrado en la COP21–, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estableció la Asamblea de Gobernadores junto con la Corporación Interamericana de Inversiones (CII). El objetivo es aumentar el volumen de financiación climática hasta un 30% más hacia finales del 2020 por medio de la plataforma NDC Invest, que se lanzará próximamente; y ayudará a los países a traducir sus contribuciones climáticas (NDCs) en planes y proyectos de inversión. El BID también moviliza recursos multilaterales de financiación climática a través del FVC y de las siguientes entidades: Climate Investment Funds, Global Environment Facility, Forest Carbon, Adaptation Fund y UKAID, entre otros.
“Incentivamos a los países a comunicarse con el banco para solicitar toda la información posible sobre la plataforma NDC Invest, ya que estamos convencidos de la importancia de guiar e implementar la agenda de cambio climático y de asistir a los países en la traducción de sus compromisos climáticos en planes de inversión”, sostuvo Gloria Visconti.
4. Inversión en Latinoamérica al 2020: En los últimos años, los eventos climáticos extremos ocurridos en la región han afectado a más de 10 millones de personas. Según el BID, en Latinoamérica y el Caribe se estima una inversión de US$75.000 millones a US$80.000 millones por año entre 2020 y 2030 para el financiamiento climático.
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5. El sector privado y el financiamiento: En el 2015, más de dos tercios del total del financiamiento climático en el mundo fue destinado al sector privado. El BID y la CII apoyan al sector privado a través de préstamos, garantías e inversiones de capital. La inclusión del sector privado como socio financiero generará carteras de proyectos más vanguardistas y de infraestructura sostenible.
6. Financiamiento por falta de políticas: Todos los países de la región latinoamericana presentan diversos niveles de vulnerabilidad, pero no cabe duda de que los países centroamericanos y los caribeños son los más expuestos al cambio climático debido a su posición geográfica. La vulnerabilidad de las naciones también se asocia con los niveles de pobreza y la falta de preparación que tienen para hacer frente a desastres asociados con el cambio de clima.
“Si bien países como Haití son altamente vulnerables por la pobreza y situación geográfica, naciones como México son vulnerables por la falta de políticas para hacer frente a los desastres climáticos que han azotado al país”, explica Sandra Guzmán.
7. Transparencia: A nivel internacional se espera la creación de un marco de transparencia que mejore la información sobre los flujos de financiamiento con el fin de identificar mejor el dinero y conocer hacia dónde se dirige. Estudios del GFLAC detectaron que Chile, Perú y Colombia han propuesto crear sistemas de Medición, Reporte y Verificación (MRV) de sus contribuciones.
8. Estrategias Nacionales de Financiamiento Climático: Estos recursos permitirán que los países identifiquen con claridad cuánto les cuesta el cambio climático y las asignaciones de sus presupuestos públicos.
«Las estrategias de financiamiento deben identificar mecanismos para apalancar recursos públicos y privados. Pero, sobre todo, estas estrategias se deben crear en colaboración con actores de diversos sectores de la sociedad. El cambio climático es un asunto de toda la ciudadanía y el éxito dependerá de crear buenas y eficaces políticas que perduren en el tiempo», concluye Guzmán.