Cuando los árboles mueren y se descomponen, las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera aumentan, lo que podría acelerar el cambio climático durante las sequías, según un estudio publicado en a revista «Nature».
El Universal informa que, por primera vez, un equipo internacional de investigadores, encabezado por expertos de a Universidad inglesa de Oxford, ha proporcionado pruebas directas sobre esta caída del carbono.
«Esta disminución en la captación de carbono no desciende las tasas de crecimiento (de las plantas perennes) pero provoca un aumento de las muertes de los árboles», dijo Christopher Doughty, de la Escuela de Geografía y Medio Ambiente de la Oxford.
Según Doughty, autor principal del estudio, «cuando los árboles mueren y se descomponen, las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera aumentan, lo que podría acelerar el cambio climático durante las sequías».
Los científicos midieron las tasas de crecimiento y la fotosíntesis de los árboles en trece parcelas de la selva tropical en Brasil, Perú y Bolivia, y compararon los solares afectados por la fuerte sequía de 2010 con aquellos que no se vieron perjudicados.
LEA LA NOTICIA AQUÍ