Como consecuencia los bosques se recuperarían de una manera más lenta, lo que aporta al avance del cambio climático.
Los árboles necesitan de dos a cuatro años para recuperar sus tasas de crecimiento después de sequías severas, un período mayor del establecido por los modelos globales que relacionan clima y vegetación, y que asumen una recuperación casi inmediata, informa un estudio publicado en la revista «Science«.
La investigación sugiere que los bosques, como consecuencia de la recuperación lenta luego de uno de estos fenómeno, son capaces de almacenar menos carbono del que se había calculado y esto implicaría que el avance del cambio climático puede ser también más rápido de lo que se pensaba.
Según el estudio, dirigido por William R.L. Anderegg, de la Universidad de Utah (EEUU), los bosques juegan un papel muy importante en el amortiguamiento del cambio climático provocado por actividades humanas: los árboles fijan gran parte de las emisiones de CO2 mediante la fotosíntesis para luego transformar y almacenar parte de ese carbono sintetizado en forma de madera.