El nuevo presidente francés ha dicho estar comprometido, en contraste con el escepticismo de Trump.
“Este es un mensaje para investigadores de Estados Unidos, empresarios, ingenieros trabajando sobre el cambio climático”. Así comienza un mensaje del nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, divulgado en inglés en su página de Facebook el pasado mes de febrero.
Para entonces, las encuestas ya daban al socioliberal del movimiento ¡En Marcha! como el posible ganador en una segunda vuelta contra Marine Le Pen, como efectivamente sucedió este domingo, cuando las urnas lo consagraron como nuevo presidente de Francia, el más joven en su historia.
Este martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que no anunciará si continúa o no en el Acuerdo de París sobre cambio climático hasta la cumbre del G7, que tendrá lugar a finales de mes en Italia. Y es que Trump, desde su campaña, se refirió al cambio climático como un invento de China para desacelerar la economía de Estados Unidos.
Estados Unidos ratificó en 2016 el acuerdo de la COP21, alcanzado en 2015 precisamente en París, la misma ciudad que vio a un Macron triunfante dirigirse a sus electores el domingo. Esa ratificación, así como la de China, fueron los hitos más importantes en la perspectiva de que este acuerdo logre un impacto real en la disminución de emisiones que sobrecalientan el planeta.
Pero la preocupación sobre Trump no se limita a sus palabras. Sus acciones también generan alarma: nombró como cabeza de la Agencia de Protección del Medio Ambiente a Scott Pruit, un escéptico del cambio climático, amigo del sector petrolero –al que también es cercano el Secretario de Defensa, Rex Tillerson– que ha emprendido acciones en las que sustenta que las normas ambientales limitan la actividad de las empresas.
En la citada comunicación de Macron, dice: “Sé que su nuevo presidente ha decidido poner en peligro su presupuesto, sus iniciativas (…) Yo no tengo dudas sobre el cambio climático y estoy convencido de que tenemos que estar comprometidos con este problema”.
Tras esta introducción, envía dos mensajes. En el primero, para investigadores de Francia y Europa, asegura que preservará el presupuesto y reforzará la inversión, tanto pública como privada, para cumplir con los lineamientos del COP21. El segundo es para investigadores aquellos norteamericanos que trabajen sobre el cambio climático:
“Un mensaje para ustedes, chicos. Por favor, vengan a Francia. Ustedes son bienvenidos. Esta es su nación. A nosotros nos gusta la innovación, queremos gente innovadora. Queremos gente que trabaje sobre el cambio climático, energías renovables y nuevas tecnologías. Francia es su nación.”