Hábitats perturbados y temperaturas alteradas son algunos de los cambios que ya sufren algunas especies debido a la crisis climática. Para predecir qué animales podrán adaptarse mejor al cambio climático, un estudio se ha centrado en el pez espinoso, protagonista del #Cienciaalobestia, capaz de sobrevivir a variaciones de salinidad del agua y de temperatura en tan solo una estación.
Muchas especies animales ya están al borde del abismo por la pérdida de hábitat y las oscilaciones de temperatura provocadas por la crisis climática. Y muchas más se seguirán viendo afectadas, pero ¿cuáles sí podrán adaptarse y sobrevivir al cambio climático?
Para responder a esta cuestión, los científicos tratan de predecir qué animales sobrellevarán mejor el aumento de las temperaturas y así anticipar el futuro evolutivo de estas poblaciones. En un estudio, publicado en la revista Molecular Biology, investigadores de la Universidad McGill en Canadá se han centrado en el espinoso (Gasterosteus aculeatus), un pequeño pez, generalmente marino, oriundo de Europa, del norte de Asia y de Norteamérica.
Estos peces, conocidos por sus diferentes formas, tamaños y comportamientos –pueden vivir tanto en agua de mar como en dulce, y bajo una amplia gama de temperaturas–, se han convertido en modelo de estudio para los biólogos evolutivos, gracias a su rápida adaptación a los cambios estacionales extremos de su hábitat.
“La biología de los espinosos no es fundamentalmente diferente a la de cualquier otro pez, pero sí tienen una amplia distribución que ofrece una gran reserva de variabilidad genética permanente que puede permitir la adaptación cuando el entorno cambia. Un ejemplo de ello es cuando las poblaciones quedaron atrapadas en los lagos de agua dulce después de la última Máxima Glacial”, explica a SINC Alan García-Elfring, de la universidad canadiense y autor principal del trabajo.
Selección en tiempo natural
Para identificar la base genética de estas adaptaciones permanentes y estas mutaciones, los científicos secuenciaron el genoma del espinoso e hicieron un seguimiento de seis poblaciones de la costa de California, antes y después de los cambios estacionales en su entorno. Así el equipo pudo estudiar la selección natural en tiempo real.
Cada año a estos estuarios acude una gran afluencia de estos peces marinos que albergan variaciones genéticas diferentes en función de las poblaciones. Sin embargo, durante los meses secos del verano, los estuarios quedan periódicamente cerrados y aislados del océano debido a la formación de bancos de arena. Aún así se ha observado que ciertos genotipos aumentan en los estuarios.
“Nuestros resultados sugieren que el espinoso se adapta a las condiciones cambiantes de estas desembocaduras”, indica García-Elfring. En realidad, solo los peces capaces de tolerar los rápidos cambios de salinidad y temperatura del agua de una temporada a otra, con inviernos húmedos y veranos secos, podrán sobrevivir.
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