Un estudio del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley sostiene que al 2030 los taxis eléctricos autoconducidos podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 87 y un 94% respecto de los convencionales.
El análisis encontró que las emisiones de gases de efecto invernadero por milla de un vehículo taxi eléctrico autoconducido en 2030 serían entre un 63% y un 82% menor que un vehículo híbrido y un 90% menor que un vehículo actual con motor de gasolina.
Gracias a lo que se conoce como tecnologías automatizadas, estos vehículos podrían recoger a los clientes y llevarlos a destino. Según sostienen los expertos, la conducción humana es responsable de la ineficiencia de los vehículos de un 20% a un 30%, por lo que el cambio a un coche sin conductor tendría la capacidad de ser más eficiente.
Este estudio ha sido publicado en la revista Nature Climate Change, firmado por los investigadores Jeffery Greenblatt y Samveg Saxena, y titulado «Taxis autónomos podrían reducir considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero de los vehículos ligeros de los Estados Unidos».