La conmoción climática en Brasil y las dificultades logísticas han elevado el precio de los granos de café. Starbucks dice que no experimentará el impacto de esa situación en más de un año, pero es posible que las cafeterías pequeñas no resistan tanto tiempo.
Los torrefactores tienen un problema. El costo de los granos que importan se ha incrementado mucho este año, lo que les causa preocupación ante la posibilidad de que sus clientes, que van desde tiendas de comestibles a cafeterías y gente en busca de su dosis diaria de cafeína, no puedan soportar un aumento de precios.
El clima extremo ha dañado los cultivos en Brasil, el mayor exportador de café en el mundo. Además, también se han hecho unos cuellos de botella en el transporte marítimo debido a la pandemia y ni qué decir de las protestas políticas que paralizaron las exportaciones desde Colombia, por lo que el costo de los granos ha subido casi un 43 por ciento en 2021.
Todavía no es un problema para Starbucks o Nestlé, los gigantes cafeteros que compran sus suministros con mucho tiempo de anticipación y quienes no tendrán que lidiar con el incremento en el precio durante al menos un año más. Pero algunos torrefactores más pequeños ya han tenido que subir los precios, y otros prevén que lo harán, aunque les preocupa ahuyentar a los consumidores.
“Estos aumentos me ponen nervioso porque uno de nuestros principios más importantes es que operamos con el objetivo de ofrecer café gourmet a un precio asequible”, afirmó Quincy Henry, copropietario de Campfire Coffee en Tacoma, Washington, que abrió en marzo de 2020, justo cuando comenzaba la pandemia. “Me han puesto a pensar en cómo vamos a sobrevivir”.
Henry quizá tenga que subir los precios o reducir otro tipo de gastos como usar suministros más económicos para tostar el café. Si decide cobrar más de los 4,39 dólares por sus cafés con leche de 350 mililitros, dice que necesitará establecer un precio que “no espante a la gente” mientras la economía se encuentra en recuperación.
“Aún estamos en una etapa de la pandemia en la que la gente es sensible al precio”, comentó.
Henry recuerda cuando los granos del café arábica provenientes de Brasil eran de los menos costosos que podía comprar, pues los conseguía a 1,90 dólares por libra (450 gramos). En su pedido más reciente, realizado a fines de julio de su importador habitual, esa misma cantidad le salió en 2,49 dólares.
Detrás de este aumento se encuentra un incremento en el precio de los granos que se entregarán a los torrefactores dentro de unos meses. Los comerciantes los llaman “futuros del café” y sirven de referencia para los compradores de todo el mundo. La libra de granos de arábica en el mercado de futuros, que suele costar entre 1,20 y 1,40 dólares, superó los 2 dólares a finales de julio, el precio más alto desde 2014. El miércoles, el precio de los futuros del café rondaban la cifra de 1,83 dólares por libra.
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