Ambos países se comprometen a «reforzar la implementación» del Acuerdo de París contra la crisis climática tras una visita oficial de John Kerry a Shanghai
Pekín y Washington pelearán juntos contra el calentamiento global, reza el comunicado que concluye la primera visita de un alto cargo de la administración Biden a China. “Estamos comprometidos a cooperar entre nosotros y con otros países para frenar la crisis climática, que debe ser combatida con la seriedad y urgencia que exige”, señala una nota que no escasea en obviedades, buenas intenciones y generalidades. El mundo respira tras el acuerdo de los dos países que concentran casi la mitad de los gases invernaderos globales.
La visita a Shanghái de John Kerry, encargado estadounidense de asuntos climáticos, jubila una época que no dio ni para comunicados elementales. Donald Trump se alineó con la industria petrolífera, desdeñó cualquier urgencia medioambiental, retiró a su país de los acuerdos de París de 2015 y dejó la vía libre a Pekín para que liderase la batalla global. La degradación de las relaciones bilaterales de los últimos meses, además, impidió que representantes de ambos países compartieran una mesa. El compromiso de Shanghái abre una etapa de normalidad con múltiples y fragorosos frentes geopolíticos pero con canales de comunicación abiertos para trabajar en temas de interés mutuo. “Envían el mensaje inequívoco de que cooperarán en este asunto en particular. Antes de Shanghái ni siquiera podíamos asumir ese mensaje”, se felicitaba Li Shuo, de la organización Greenpeace, citado por la agencia Reuters.
Esta nota sintetiza una información de otros medios de comunicación y tiene como objetivo facilitar la labor de los periodistas y líderes de opinión de América Latina en la cobertura del cambio climático. Se sugiere acceder al medio desde el cual se reproduce la noticia para verificar los permisos de uso.