Científicos revelaron que en los últimos 50 años ha habido una fuerte actividad biológica.
La Antártida, conocida como la refrigeradora de la tierra, se está volviendo verde debido al musgo y las plantas de climas cálidos que han surgido como consecuencia del cambio climático
Aunque pocas plantas viven en la Antártida (solo un 0,3 por ciento de la superficie total tiene vida vegetal), un grupo de científicos de tres universidades inglesas descubrió que la cantidad de musgo y la tasa de crecimiento de las plantas se ha disparado en los últimos 50 años, lo que sugiere que el continente podría tener un futuro verde. El estudio fue publicado en la revista ‘Current Biology’.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron cinco muestras de perforaciones tomadas de las capas de musgo que se preservan con el frío. Las extracciones fueron hechas en las Islas del Elefante, Ardley y de Green, que tienen las capas de musgo más gruesas y antiguas.
Estas muestras permitieron remontarse 150 años atrás y reconstruir la evolución del clima en este período.
Los investigadores analizaron factores como la cantidad de musgo, la tasa de crecimiento y la presencia de bacterias o de carbono que las plantas lograban captar con la fotosíntesis. Con esto, se dieron cuenta que en los últimos 50 años el cambio climático ha potencializado la actividad biológica en el continente, pues el crecimiento de musgo se ha quintuplicado en este medio siglo.
«La sensibilidad del crecimiento del musgo al aumento de la temperatura en el pasado sugiere que la alteración de los ecosistemas se producirá rápidamente con el calentamiento global, lo que llevará a trastornos en la biología y en el paisaje de esta región emblemática», sostuvo el profesor Dan Charman, director del proyecto.
Si el calentamiento continúa, habrá un retroceso mayor de los glaciares y la Península Antártica será un lugar mucho más verde en el futuro