Tres especialistas latinoamericanos analizan los avances que se han logrado en la conferencia climática de Bonn y su implicancia en la región. Sostienen que existe mayor seguridad en las negociaciones, sobre todo por parte de los países en desarrollo, y que es una señal de que el camino a París se está fortaleciendo.
Diez días de intensas negociaciones en la Conferencia Climática de Bonn han dejado como resultado dos puntos específicos: la confianza entre las Partes se ha visto fortalecida y los actores no estatales han impulsado una aceleración de la transformación del texto. Ambos logros contribuyen a que el camino a París se fortalezca y se pueda conseguir un acuerdo durante la COP21, que promueva un cambio mundial enfocado en la sostenibilidad ambiental y en la reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
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Para conocer más detalles de la reunión en Bonn, ConexiónCOP conversó con Mariana Panuncio, directora latinoamericana del Programa de Cambio Climático de World Wildlife Fund (WWF); Tania Guillén, del Centro Humboldt y de la red Climate Action Network Latinoamérica (CAN-LA); y Diego Arguedas Ortiz, periodista de Costa Rica y tracker de Adopt a Negotiator.
Mariana Panuncio resaltó tres puntos que se desarrollaron en Bonn: los avances en relación a la Acción Pre 2020, las negociaciones sobre el programa REDD+ y la confianza creada en el Grupo de Trabajo de la Plataforma de Durban para una Acción Reforzada (ADP, por sus siglas en inglés), que permitiría alcanzar un nuevo acuerdo mundial con respecto a la disminución de GEI.
“Durante la sesión Pre 2020 varios grupos de países dieron una señal política clara de que no podemos dejar la tarea de reducción de emisiones para después del 2020, cuando el nuevo acuerdo global que está siendo negociado entre en vigor. Necesitamos medidas contundentes ahora, en los próximos cinco años”, indicó.
Los acuerdos de la Acción Pre 2020 son relevantes para Latinoamérica dada su vulnerabilidad al cambio climático. Por ello, los avances en este punto son una señal que puede ayudar para que los gobiernos y el sector privado de la región prioricen la adopción de medidas claves, como la eficiencia energética y la inversión en energías renovables en los próximos cinco años.
La reunión también ha permitido concluir formalmente las negociaciones sobre la reducción de las emisiones provenientes de los bosques. Durante la sesión sobre el programa REDD+, los países acordaron la forma de resolver las últimas interrogantes técnicas, cerrando 10 años de discusiones.
“El mayor desafío está en la implementación de acciones que protejan los bosques, esta agenda es altamente prioritaria para Latinoamérica, una región con bosques de importancia local y mundial cuyas emisiones más grandes a nivel regional han provenido históricamente de la quema del sector forestal”, recordó Panuncio.
Los países en desarrollo son escuchados
Tania Guillén indica que las negociaciones en Bonn han seguido la dinámica de trabajo iniciada en Ginebra, aunque de una manera más lenta.
“En Bonn se logró reducir un pequeño porcentaje de las 86 páginas del Texto de Ginebra y se ha identificado que existe mayor confianza en dar el mandato a los facilitadores de la ADP para que puedan tomar propuestas de los países y resumirlas; eso era impensable hasta hace unos meses, porque existían comentarios sobre la poca consideración que se hacía a los planteamientos de los países en desarrollo”, sostuvo Guillén.
Diego Arguedas Ortiz asegura que las negociaciones en Bonn confirmaron que el proceso es lento pero seguro, y que los facilitadores del ADP priorizaron la creación de un ambiente de confianza sobre un recorte rápido.
“TckTckTck.org reportó que en los pasillos de Bonn se escuchaba un refrán africano: ‘Si quieres ir rápido, ve solo; si quieres ir lejos, ven en grupo’, sin embargo, no debemos de asumir el proceso con demasiada calma y las reuniones a finales de agosto y mediados de octubre serán clave para llegar a París bien preparados”, dijo.
¿Cómo lograr el acuerdo mundial en París?
Mariana Panuncio sostiene que se tiene que llegar a un acuerdo global que reconozca la necesidad urgente de hacerle frente al cambio climático, integrando la sostenibilidad ambiental en la concepción de desarrollo con principios de equidad y cooperación. Para lograr el reto resalta tres puntos a considerar:
Por su parte, Tania Guillén indica que la sociedad está preocupada sobre el nivel de ambición que tendrá el acuerdo mundial. Agrega que la presidencia entrante de la COP21, que es Francia, no quiere que París sea un fracaso, por ello espera que el acuerdo sea adoptado por todas las partes de la Convención, aunque para lograrlo el nivel de ambición podría verse comprometido.
“Podríamos estar frente a un acuerdo ‘universal’, pero no lo suficientemente ambicioso como para enfrentar la crisis climática que ya afecta a varios países de la región latinoamericana y caribeña”, finaliza.