El incremento de las temperaturas medias, causado por las emisiones de carbono, favorece las condiciones para que se produzcan.
Los incendios forestales son noticia en distintos puntos del planeta. A pesar de que los orígenes son multicausales, como ampliación de la frontera agropecuaria o negocios inmobiliarios, diversos estudios dan cuenta de la relación que existe entre estos fuegos y la crisis climática.
Es que a medida que las temperaturas aumentan como resultado de las emisiones de carbono causadas por el hombre las condiciones climáticas se están volviendo maduras para los incendios forestales en muchas partes del mundo. A escala mundial, la duración de la temporada de incendios aumentó 18,7% entre 1979 y 2013, concluyó un estudio realizado en 2015, publicado por la revista Nature.
Pero las malas noticias no terminan ahí: los investigadores proyectan que, en los próximos años, la frecuencia de los incendios forestales podría aumentar drásticamente, en particular si las emisiones siguen escalando. Una proyección estimó que para 2050 habrá un 27% más de incendios forestales a nivel mundial que en 2000.
Los científicos predicen que en las regiones donde los incendios son frecuentes, como el sur de Europa, la situación empeorará en los próximos años. Por ejemplo, un estudio reciente que examinó la cuenca del Mediterráneo estimó que, en un escenario de altas emisiones, los incendios podrían aumentar en 91% en Francia, 29% en Grecia, 21% en Portugal y 30% en Túnez para finales de siglo.
“Hay varias formas en las que el cambio climático afecta a los incendios. Por un lado, a medida que aumentan las temperaturas, la atmósfera se vuelve más desencante (aumenta el déficit de presión de vapor), eso hace que la hojarasca (combustible fino muerto en el argot) se vuelva más seca y, por tanto, más disponible al incendio”, explica Víctor Resco De Dios, investigador de la Universidad de Lleida, de España y de la Southwest University of Science and Technology, de China.
“Otro efecto del cambio climático es que la estación de los incendios se amplía en muchas zonas del mundo. Por ejemplo, a mitad de junio del 2017, hubo una ola de calor que resultó en un incendio en Portugal que acabó con la vida de más de 60 personas, de nuevo debido a que la ola de calor aumentó el déficit de presión de vapor y desecó el combustible: a medida que aumenta el cambio climático cabe esperar que estas olas de calor sean cada vez más frecuentes, por lo que podemos esperar incendios graves en una parte del año que, tradicionalmente, estaba fuera de la estación de incendios (tradicionalmente, la estación de incendios en Europa es en julio /agosto, pero no en junio).
Esta nota sintetiza una información de otros medios de comunicación y tiene como objetivo facilitar la labor de los periodistas y líderes de opinión de América Latina en la cobertura del cambio climático. Se sugiere acceder al medio desde el cual se reproduce la noticia para verificar los permisos de uso.