Manuel Pulgar-Vidal, saliente ministro del Ambiente peruano, hace un balance de su gestión y se muestra optimista por la acción que se realiza en Latinoamérica frente al cambio climático. Resalta que las empresas han reforzado su lucha contra el calentamiento global.
Usted resalta el trabajo de los países para entregar sus contribuciones, pero el Informe de Síntesis sobre los Efectos Agregados de las INDC revela que los aportes no son suficientes para que la temperatura del planeta no exceda los 2 °C. ¿Cómo aumentar la ambición?
Cuando en Varsovia (COP19) se definieron las INDC, se sostuvo que existiría un informe de síntesis para construir la confianza y para tener los objetivos claros. El informe al que alude muestra un punto positivo y otro negativo. El positivo es que se ha hecho el esfuerzo para bajar la curva de la temperatura y, en vez de estar en 3,8 °C, bajará a 2,8°C. El negativo es que 2,8 °C no es suficiente. El Acuerdo de París indica que debemos de llegar al umbral de los 2 °C y ello se logrará incrementando la ambición de la siguiente manera:
¿En Perú cómo se trabaja para mejorar las acciones frente al cambio climático?
Felizmente en Perú estamos en el camino de la acción climática, que no es solo una obligación pública, sino también responsabilidad de los actores no estatales. El sector privado contribuye significativamente a cumplir con las metas y a mejorar la ambición. El éxito para el incremento de las metas dependerá de elementos de soporte como el financiamiento, asistencia técnica, construcción de capacidades y transferencia tecnológica, entre otros; y de la rigurosidad científica con que se aborden. Estos son dos puntos centrales que se discutirán en la COP22 en Marruecos, porque los países menos desarrollados y más vulnerables van a requerir de esos apoyos.
¿Cómo se involucra al sector privado en el tema del cambio climático? Además, ¿qué plataformas existen en Perú para comprometer a los actores no estatales en la lucha frente al calentamiento global?
Sabemos que debemos mejorar los mecanismos fiscales y los incentivos, además de orientar al sector privado hacia la ecoeficiencia. Ello es fundamental para que el país sea parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Por otro lado, dentro de las plataformas hemos lanzado –con el liderazgo de Perú– el grupo técnico en ambiente y crecimiento verde de la Alianza del Pacífico. También estamos trabajando en la iniciativa PAGE en cuestiones de empleo verde, y con el Global Green Growth Institute para el diseño de estrategias de crecimiento sostenible.
El Ministerio del Ambiente tuvo la oportunidad de organizar una reunión con Paul Polman para convencer al sector privado que la acción climática no es una obligación que impone un Estado, es una responsabilidad para asegurar la sobrevivencia como empresa en el largo plazo.
Existe un clarísimo cambio en las tendencias del mercado. Las finanzas y las bancas se están transformando y ya se incorpora el riesgo ambiental y, en algunos casos, el riesgo climático. Debemos resaltar, además, que en la COP20 en Perú se creó la Agenda de Acción Lima París, que establece un diálogo sincero entre actores estatales y no estatales, que a su vez se replicó en la COP21 de París, convirtiéndose en la semana de acción climática, y continuará en la COP22 de Marruecos.
¿Considera que desde la COP20, que se realizó hace dos años en Perú, hay un cambio en la percepción sobre el cambio climático en Latinoamérica?
En realidad, la COP20 ha dinamizado mucho, ha mejorado y ha permitido entender el rol de Latinoamérica como líder climático. Sin embargo, la necesidad de actuar nos las dan las propias consecuencias del cambio climático. El planeta presenta eventos naturales con mayor intensidad, que generan enfermedades como la chikungunya y el Zika; y se producen temporadas de lluvias más intensas. Todo ello ha generado que los ciudadanos del mundo entero sean más concientes sobre lo que sucede con el planeta.
El simple hecho de la presencia de más de 150 jefes de estado en la COP21 en París pone en evidencia que la conciencia es absoluta y que la necesidad de actuar se ha convertido en una obligación. De otro lado, las preferencias del consumidor reflejan que estamos prefiriendo bienes energéticamente más eficientes, vehículos más eficientes o productos orgánicos, entre otros. Ello revela un mayor conocimiento sobre el calentamiento global.
En los próximos días en el Perú asumirá una nueva gestión en el Ministerio del Ambiente. ¿Qué nos asegura que se ratifique el Acuerdo de París en su país?
La ratificación del Acuerdo de París en Perú está en camino. Vamos a saber cuál es el resultado en los próximos días, en base a las decisiones que tome la cancillería e indique si requiere pasar por el Congreso. Lo importante es asegurar que el cambio de administración continúe con este liderazgo. En el caso peruano, se ha confirmado a Elsa Galarza como ministra del Ambiente, que es una especialista que conoce el tema, y nosotros dejamos las bases para que el camino continúe. Tenemos el marco estratégico en bosques, en diversidad biológica, en género; hemos creado Gestión Clima para ver las necesidades y arreglos institucionales para transversalizar el cambio climático. Existe el Fondo de Noruega para el manejo de bosques, la Tercera Comunicación Nacional sobre Cambio Climático, entre otras acciones, que reflejan un camino climático que, estoy seguro, continuará.
¿Tiene la misma seguridad de que el camino continuará con una nueva gestión presidencial en Estados Unidos?
En ese país también hay un compromiso del presidente Barack Obama de ratificar el Acuerdo de París. Norteamérica está en un proceso electoral en el que hasta ahora los demócratas parecen punteros. Yo creo que si gana Hillary Clinton veremos en su presidencia claramente el compromiso climático, pero sabemos, en cambio, que Donald Trump es negacionista y resistente al cambio climático. Esperemos que, por la necesidad global, el partido demócrata tenga la capacidad de continuar liderando, acceda al Gobierno y pueda continuar desarrollando las acciones iniciadas por el mandato del presidente Obama.